Los requerimientos minerales del
cuerpo y su contenido (referidos como cenizas totales) son usualmente menores
al 5%, variando con la especie, edad, estado reproductivo y sexo. El balance es
muy importante. A diferencia de las vitaminas, las deficiencias por minerales
son muy lentas para responder al tratamiento. Los minerales y oligoelementos
que son requeridos para un óptimo crecimiento, mantenimiento y postura de
huevos son: calcio, fósforo, magnesio, cloro, sodio, manganeso, cinc, hierro,
selenio y yodo. Las dietas a base de semillas son deficientes en minerales y
están pobremente equilibradas. Además, gran parte del fósforo puede encontrarse
asociado a fitatos. De ahí que se estén incorporando a las dietas fitasas
microbianas para incrementar la disponibilidad de fósforo. El calcio puede ser
obtenido a partir del hueso de sepia o conchilla molida. Un aporte del 1 al
1,5% de calcio junto a dosis correctas de fósforo y vitamina D3. El yodo puede
ser aportado por la sal común de mesa (reglamentariamente iodinada), utilizada
en pequeñas proporciones como saborizante de otros alimentos. Además, es
abundante en los aceites de pescado o puede ser suministrado a razón de una a
dos gotas de solución de Lugol en el agua de bebida por semana. Muchas aves en
cautiverio acumulan una cantidad considerable de hierro en hígado, algunas
veces patológica (hemocromatosis). Las especies más afectadas son los tucanes,
minas y loros. La recomendación para dietas de aves de jaula es de no más de 50
a 100 mg de Fe por Kg de materia seca ingerida.
lunes, 1 de septiembre de 2014
La alimentación adecuada en aves de jaula: Los minerales y oligoelementos que necesitan
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