No te dejes engañar por el lento avance de una babosa o un caracol, estos pueden llegar a subir y bajar la altura de un metro o más cada noche y dañar los semilleros y retoños de tus plantas. Una forma de controlarlas sin usar químicos, ni salar la tierra, sería manualmente:
Opción
uno: con una cuchara de plástico, levantarlas y reunirlas en un recipiente para
darlas de comer a los gansos o patos que no se destinen para consumo humano, a los
erizos también les gustan, esta es una buena forma de aportarles proteína.
Opción dos: reunelas en un bote con poca sal, debes ir retirando las que levantes y desecharlas, puedes incinerar, tirar o enterrar lejos el
contenido. Menos el bote claro. Esta opción es un poco desagradable, pero se elimina
un 99% de ellas en dos semanas, si se recogen a diario y continuar así hasta eliminar aquellos huevos que eclosionen.
Opción tres: después de regar muy bien tu planta, rocia ceniza
alrededor del tallo, suficiente, para que se mantenga seca y evitar que la
babosa suba. Además la ceniza aporta nutrientes a la tierra.
Opción cuatro: Toma una hoja de col y espolvorea un poquito de ácido bórico sobre ella, para ello es conveniente colocar el polvo en un recipiente reusado de talco, la babosa comerá y se retirará al amanecer pero tienes la seguridad de que se secará sin dar oportunidad de dejar huevecillos.
Opción cuatro: Toma una hoja de col y espolvorea un poquito de ácido bórico sobre ella, para ello es conveniente colocar el polvo en un recipiente reusado de talco, la babosa comerá y se retirará al amanecer pero tienes la seguridad de que se secará sin dar oportunidad de dejar huevecillos.
Pues ahí tienes algunas ideas, lo importante es, que a la primera evidencia de ellas, no hay que darles tregua porque son muy
prolíficas.
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